miércoles, 30 de agosto de 2017

ARCHIVOS

    Archivamos todos. Nuestra vida cabe en unas hojas de papel metidas en una carpeta y oculta en la oscuridad de unas cajas.

    Somos un número entre números, una cifra perdida entre el océano de datos y porcentajes.

    Nacemos y morimos como un número escrito en cualquier lugar.

    Somos tantos y hacemos tanto que la única forma de comprimirnos en por medio de la apretada síntesis de una cifra. Y acabamos encapsulados en un archivo que acumula polvo junto a miles, millones más.

        Uno entre millones.

    La individualidad se desvanece ante la vorágine de rostros y nombres. Demasiadas manos y pies se agitan en el planeta. Demasiadas horas y vidas para ser contadas una a una.

    Al final acabaremos en el archivo postrer, convenientemente agrupados en tumbas bien delineadas.



Imagen: deathtothestockphoto.com




lunes, 28 de agosto de 2017

SOLEDAD

Estoy en mi cuarto, sentado en mi fiel sillón, con la luz de la pantalla encendiendo mis pupilas.

Mis manos envían palabras hacia otras personas, en otro cuarto, sentado en otro sillón y con unas pupilas que nunca podre ver de frente.

Hay silencio. El aire es frío y las sombras crecen. Estoy solo.

Solo ante una pantalla que me dice que estoy "conectado" con docenas de seres humanos. Pero el silencio crece a mi alrededor, solo interrumpido con el incesante sonido de mi teclado.

¡Cuanta soledad se respira cuando el máximo contacto entre humanos se da a través del gélido y estéril medio abstracto de unos y ceros!

Palabras muertas, que no rompen el silencio y nunca son escuchadas.

Una soledad que se extiende como una enfermedad.

Y esta soledad encuentra como placebo unos y ceros, charlas huevas y sonidos rimbombantes que te endulzan el momento, pero a la larga, te amargan las raíces de tus días.

Aquí estoy, escribiendo esto en mi cuarto plagado de sombras.... ¿Alguien lo leerá algún día?







viernes, 25 de agosto de 2017

PEQUEÑAS COSAS

Todo tiene su espacio y su tiempo en este mundo.

Las pequeñas cosas, por más insignificantes que sean, están aquí por una razón y eso las hace grandes.

Todo nace pequeño y está destinado a crecer y aunque por naturaleza deber ser pequeño, no por eso hay que menospreciar, pues en su mínima apariencia hay belleza, pues la Vida tiene a ser perfecta cuando le da forma a sus hijos.

Tú también eres pequeño comparado ante la enormidad y complejidad del Universo. Si tú pasas de largo ante pequeñas plantas y paseas sobre las hormigas, debes de recordar que eres una mota de polvo sobre el telar de lo Eterno.

Todos somos pequeños.

Pero todos somos grandes.

Pero todos somos grandes.



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SIEMPRE HABRÁ UN INVIERNO

Siempre habrá un invierno.

 

    Hoy puede brillar el sol en lo más alto. El viento podrá mover las flores y envolver con su perfume tu cabello, ahora negro y cálido.

 

   Tus manos son firmes y tus pies seguros. Miras al cielo con desafío y alzas los brazos para tocar las estrellas, mojándolas en luz.

 

    Pero el invierno siempre llegará.

 

    El viento soplará frio, los campos y tus cabellos se cubrirán de nieve. Tus manos se precipitarán en una desolada fatiga y tus pies ya no querrán saber de ningún camino.

 

    Las hojas secas te murmuran sobre los tiempos idos, te hablarán de los secretos del osario y de la seguridad y comodidad de estar muerto.

 

    Y al final, tus pasos se detendrán en un instante helado, tus ojos negarán la luz y tus manos se cruzarán sobre tu pecho.


    Pues siempre habrá un invierno.


    Y él nunca falta a su cita.



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